¿Piensas frecuentemente en las imperfecciones de tu cuerpo o imagen corporal? ¿No estás a gusto con tu apariencia actual? ¿Algo en las miradas de los demás te dice que podrías verte mejor?
La imagen corporal es la forma en la que percibimos nuestro propio cuerpo, es decir el concepto que tenemos de nosotros mismos en cuanto a nuestra apariencia física. Lo anterior se aplica por igual a hombres y mujeres, y a personas de todas las edades.
Esta percepción cambia a lo largo de la vida y está influenciada tanto por las circunstancias personales de cada uno como por diversos factores socioculturales, sobre todo por el concepto de belleza prevaleciente en cada época.
A lo largo de la historia, el modelo de belleza se ha modificado sustancialmente. Basta con ver Las Tres Gracias de Rubens y compararla con Nu couché de dos de Modigliani o con cualquier supermodelo de la actualidad.
Y con todo, hoy día hay margen para “reinventarnos” casi todo lo que queramos, bien sea que busquemos ser como una Kardashian, convertirnos en un mural viviente a base de tatuajes o vernos como la socialité del momento.
Pero el interés por el cuerpo no es algo nuevo ni exclusivo de nuestro tiempo. Desde siempre, el atractivo físico ha sido percibido e interpretado a través de distintos criterios determinados por la cultura y el contexto social. Y nunca ha sido un tema irrelevante, por cierto.
En la actualidad, un cuerpo cuidado y en forma habla de una persona con carácter y fuerza de voluntad que se preocupa por estar sana, verse bien y hacer lo necesario para lograrlo.
En el mundo de hoy, resulta difícil separar la actividad diaria del aspecto físico y esto muchas veces se relaciona con el éxito personal, social y profesional. Por un lado, generalmente las personas con una buena imagen corporal se sienten seguras de sí mismas y actúan en consecuencia, pero también porque suelen contar con mayor aceptación y actitudes más positivas del resto de la gente.
De hecho, muchos estudios actuales hablan de la enorme influencia que ejerce la imagen corporal en la autoestima y el éxito tanto en lo social como en lo profesional. Basados en la información disponible puede decirse sin lugar a dudas que la buena apariencia personal es muy rentable.
Una buena imagen corporal hace que las personas se sientan seguras y actúen en consecuencia, lo que les asegura mayor aceptación y actitudes más positivas de los demás.
En la vida profesional, hoy día la apariencia juega un papel de primerísima relevancia. Gran parte de las decisiones de contratación, promoción, e incluso despido, así como la cantidad y calidad de las relaciones (a nivel formal e informal) están en buena medida condicionadas por este factor.
Es por eso que el aspecto de las personas en términos de edad, configuración física y otras características de la apariencia, así como la forma de vestir, son elementos clave para el desempeño de las personas.
De hecho, lo que en las empresas se conoce como "buena presentación” es ante todo la posesión de rasgos deseables en nuestra sociedad. Siempre tienen que ver con el físico de las personas, aunque también se refiere a formas de interacción a las que nos referimos como calidez, simpatía, apertura, educación, etcétera.
Si te ves bien, te sientes bien
Es perfectamente natural y aceptable querer verse bien. Como hemos dicho, lo que proyectas dice mucho de quién eres.
Es innegable que el atractivo físico es un factor importante en la primera impresión que causa una persona, y no pierdas de vista que “la primera impresión es la que cuenta”.
La forma como percibes tu cuerpo, las actitudes y sentimientos que eso te produce influyen significativamente en tu comportamiento, tu relación con los otros y tu conexión con el entorno. Una baja autoestima puede acarrear problemas en tu rendimiento cotidiano.
La seguridad en ti mismo no puede disimularse ni fingirse. Es difícil proyectarla si estás invadido por sentimientos de inferioridad que pueden dar al traste con tus planes de vida y logros personales.
Regla básica de la imagen corporal: como te ven te tratan
Se dice que “como te ven, te tratan”. Nos guste o no, la mayoría de las personas nos juzgan de acuerdo a cómo nos ven y esa opinión, más o menos positiva o negativa, prevalece durante buena parte de la relación.
A todos nos gusta ser reconocidos y apreciados por los demás. Continuamente buscamos la aprobación de los distintos grupos en los que nos desenvolvemos.
Una persona que se siente cómoda consigo misma y se siente reconocida por sus pares, muestra mayor capacidad para desenvolverse social y profesionalmente y gestiona mejor sus emociones.
Parece mentira, pero sentirse a gusto con la forma en que nos vemos y la imagen que reflejamos influye en la postura, en la forma de caminar y hasta en el tono de la voz. Las personas satisfechas con su imagen corporal hacen contacto visual y se desenvuelven con seguridad y soltura en cualquier contexto. Saben interactuar, mezclarse y participar.
La aceptación por parte de otros es una necesidad humana básica, fundamental para tener una vida feliz y gozar de buena salud física y emocional.
Esforzarse para estar sanos y en forma es un rasgo cultural común a las sociedades del siglo XXI de todas partes del mundo.
Aunque muchos factores intervienen en la forma en que las personas construyen su imagen corporal y su salud física y emocional, la verdad es que, generalmente, unos cuantos cambios en la apariencia pueden transformar su vida.
Vivimos en una época de constante preocupación por la apariencia personal y la necesidad de ser atractivos para los demás. El cuidado del propio físico es una corriente que se da a lo largo y ancho del planeta desde hace por lo menos cuatro décadas.
El origen y mayor desarrollo de este movimiento se localiza en Estados Unidos, pero en la actualidad puede decirse que trabajar por la salud y estar en forma son rasgos culturales comunes a las sociedades del siglo XXI de todas partes.
Ejercicios, dietas, tratamientos, cosméticos, tecnología y muchas otras cosas más se han incorporado a la rutina cotidiana de innumerables personas, dando lugar a una dinámica e innovadora industria relacionada con la belleza.
Actualmente existen innovadores tratamientos corporales y faciales, de alta tecnología, seguros, probados y no invasivos a los que puedes acceder para mejorar tu figura o tu rostro, mejorar tu imagen corporal y tu autoestima.
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