Si hay una cosa que no podemos evitar es el paso del tiempo, especialmente sobre nuestra piel. Con los años, comenzamos a perder volumen y elasticidad, y entonces empiezan a notarse los efectos de la gravedad: flacidez, arrugas, descenso de nariz, pómulos y mejillas. “Envejecer con gracia” es posible gracias a los fillers o rellenos dérmicos.
Son sustancias inyectables y biocompatibles que se aplican en diferentes zonas de la cara, principalmente, para proporcionar volumen y corregir arrugas, surcos y cicatrices. Además, pueden dar mayor proyección y definición al rostro, mejorando sus facciones y forma.
Los fillers también se utilizan para suavizar las ojeras profundas, levantar los pómulos, agregar volumen a los labios y pliegues nasolabiales, entre otras posibilidades.
Los rellenos dérmicos se clasifican de acuerdo con su composición, que puede ser colágeno, ácido hialurónico, ácido poliláctico, hidroxiapatita de calcio, polimetilmetacrilatos, geles de poliacrilamida, entre otros.
También se clasifican por su duración en el tejido, por lo que pueden ser temporales y permanentes. Los temporales son los que más se utilizan con fines estéticos porque el proceso de envejecimiento es dinámico y se recomienda aplicarlos a medida que se presentan los signos de la edad.
El ácido hialurónico tiene propiedades hidrofílicas, es decir, atrae las moléculas de agua. Esto significa un aumento de volumen notable después de su inyección. Este tipo de relleno puede durar entre 6 y 9 meses, dependiendo del tipo que se utilice, como Juvederm®, Perlane®, Restylane®, entre otros.
Los rellenos de colágeno pueden ser de origen bovino, humano y porcino. La principal ventaja del colágeno es que es menos viscoso que el ácido hialurónico y puede tener mejores resultados en arrugas y líneas finas. Son biodegradables y pueden durar hasta 9 meses, dependiendo de su origen y dónde se coloquen.
Este tipo de relleno está constituido por un polímero sintético de naturaleza biocompatible y biodegradable. El nombre comercial del único producto disponible en el mercado es Sculptra® y está disponible en Helénica. El ácido poliláctico ejerce su efecto gracias a la estimulación de de la neocolagenesis, por lo que se observa aumento de volumen con el paso del tiempo, así como de la producción de colágeno. Como el efecto es a largo plazo, se recomienda no volver a aplicarlo aun cuando no se observen resultados inmediatos.
Las microesferas de PMMA se pueden suspender en colágeno bovino no solo para ser el soporte de la sustancia, sino para evitar que se obstruya la jeringa durante la inyección. Este producto estimula la producción de colágeno y se utiliza principalmente en los pliegues nasolabiales.
Esta sustancia está constituida por un mezcla de un 60% de ácido hialurónico fluido reticulado, que se obtiene a partir de fermentación bacteriana, y un 40% de partículas de hidroxietilmetacrilato y etilmetacrilato. Este relleno debe aplicarse en la dermis más profunda y no está indicado para arrugas superficiales.
Este relleno fue uno de los más utilizados en su tipo. Debe introducirse en la dermis profunda o en el plano dermis-panículo adiposo. Las complicaciones son frecuentes, por lo que rara vez se utiliza en la actualidad como método de rejuvenecimiento facial.
La principal indicación para los fillers o rellenos dérmicos es el rejuvenecimiento facial. Los resultados suelen ser muy satisfactorios con una baja incidencia de efectos secundarios. Funcionan bastante bien para restaurar el volumen de la cara y mejorar su aspecto, por ejemplo, en la zona de las ojeras, labios, líneas de marioneta y el surco premandibular.
Los rellenos con ácido hialurónico para la remodelación nasal son una alternativa muy eficaz frente a la cirugía. Con su aplicación se puede proyectar o elevar la punta, el puente o la raíz nasal.
Otros usos menos frecuentes son el relleno de cicatrices atróficas de acné, el tratamiento del lóbulo auricular, el rejuvenecimiento de las manos, entre otros.
Inmediatamente después del tratamiento, el paciente puede experimentar enrojecimiento, ligera inflamación y pequeños hematomas en la zona de inyección. Estas reacciones son temporales, suelen desaparecer en dos o tres días.
Una complicación mucho menos frecuente es la visualización del material de relleno, que suele manifestarse como pápulas o nódulos. Esto sucede por una mala técnica de aplicación o al inyectar el material muy superficialmente. En el caso de los rellenos de colágeno bovino puede presentarse una reacción alérgica, por lo que siempre se realizan pruebas antes del tratamiento.
Otras complicaciones como infecciones, parálisis faciales y necrosis son muy poco frecuentes y suelen estar asociadas a una mala técnica de aplicación del relleno, así como la falta de higiene de la clínica.
Los rellenos dérmicos o fillers son una opción muy atractiva para el tratamiento y prevención del envejecimiento facial. Cuando se aplican correctamente por profesionales y en una clínica especializada, los resultados son muy satisfactorios, naturales y duraderos.
Por ello, en Helénica realizamos una valoración previa a cualquier procedimiento para ofrecer a nuestros pacientes soluciones personalizadas que garantizan excelentes resultados, siempre de la mano de nuestros expertos en el cuidado de la piel que los guiarán antes, durante y después del tratamiento. Agenda tu cita ahora, atrévete a lucir y sentirte increíble.